jueves, 20 de octubre de 2011

Bajo la Luna



Exploro tu cuerpo con sorpresa, tú me muestras el camino. Aquí y ahora entre tus sabanas de raso, mi cuerpo se desliza buscándote.
Envuelta en aromas de azahar, la luna de Valencia entra por la ventana y danzas con las sombras tu desnudez al ritmo de tus jadeos, la libidinosa coreografía de nuestros ancestros. Sientes mis besos en tus pies, que dibujan círculos excéntricos, tus tobillos se retuercen, tus gemelos se contraen y se abren tus rodillas. Paseo por tus muslos ya tensos por las caricias, cuando mis besos despegan enérgicamente trazando una parábola y cayendo suavemente en tu cabello, sientes como inspiro, lleno mis pulmones de ti mientras busco en la espesura de la nuca. Cuando beso tu cuello una descarga eléctrica recorre tu cuerpo, he encontrado tu particular caja de Pandora.
Ya no hay vuelta atrás he liberado los bienes que te confió Afrodita. Tus pupilas se dilatan, noto tu transformación, tu metamorfosis, tu mirada seductora, tu lengua perfila tus labios sedientos de placer., Tus pechos dorados, firmes, coronados con tus pezones como obeliscos, reclaman mi inclinación, tu vientre terso me muestra el camino a tu pubis despoblado, rosado e impoluto, puedes notar mi aliento, mi lengua, la presión de mis manos en tus glúteos, sin previo aviso noto una implosión de tu cuerpo, me alejas de ti mientras retuerces las sabanas con las manos. Ya no eres tú, ya no soy yo, eres una amazona experta, me montas y levemente inclinada, apoyas tus manos en mi pecho, me dejo llevar tus armónicos movimientos, te observo con mirada de sorpresa, nervioso, agitado y excitado. Yo que creía haberlo vivido todo, me doy cuenta que desde ahora mi vida ya nunca será la misma. Lucho por hacerlo eterno, pero entro en una vorágine de sensaciones, grito en mi interior y pierdo el sentido, me estallan las sienes, tenso mi cuerpo , convulsiono mientras me aferro con las manos a tu cintura, entro en una cola de gusano que me lleva a universos paralelos, jamás fue tan prolongado ….. vuelvo a respirar, abro los ojos, expiro todo el aire que oprime mi pecho, me miras, te miro, te sonrío y me besas, buscas la horizontalidad, te acomodas a mí, sin hablar, sincronizamos las fatigosas respiraciones. Dibujo con mi dedo índice las figuras que hacen las sombras en tu cuerpo, admiro el reflejo de la Luna en tus ojos antes de cerrar los míos y nos cubrimos la desnudez con el suave perfume del azahar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario